Voy a mi farmacia con las
recetas que me han impreso en mi Centro de Salud.
En la puerta un cartel:
“CERRADA
POR EL IMPAGO DE LA GENERALITAT”
Mi hoja de tratamientos
vigente, como enfermo crónico, establece el coste de cada uno de los productos
y en cada receta el aporte que debo realizar. Me informan que mi tratamiento
tiene un coste de 3.891 euros, de los
que no me cuentan cuanto pago yo. Y por que periodo: un mes, seis meses, un año?
No sé, no dice nada.
Miro los tiques que he pagado
este ultimo mes y la suma de los medicamentos con derecho a receta y los
sin derecho ascienden a 140 euros. Hasta
la llegada del copago, como pensionista, estaba exento de pago.
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Perdón, una aclaración:
El centro de salud ya no es mío, de los valencianos, ahora es de
Marina Salud.
Sí, ahora es de una sociedad de seguros privados alemana con nombre de
fabricante de furgonetas DKV, en UTE con Rivera
Salud, que es una sociedad constituida en un 50% por (la saqueada) Caja de
Ahorros del Mediterráneo y en otro 50% por (la arruinada) Bancaja.
De esa aclaración extraigo
que:
La DKV, (espero que no
construya también furgonetas), tiene como negocio vender seguros privados.
Puedo lógicamente pensar que trabajara por aumentar su cartera, a base de descontentos
con la sanidad pública.
Sobre CAM y BANCAJA, sobre
estas dos mejor me callo. El gobierno
valenciano y las diputaciones, mejor dicho, los representantes públicos
en esas instituciones, arruinaron dos instituciones financieras, a base de caprichos
ruinosos.
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Vuelvo sin las medicinas,
voy a ver en mi ordenador, sustitutivo provisional de las pastillas, y veo en
mi correo que me envían un video.
Lo visiono. Y me indigno.
El gobierno catalán, otro que tal.
Para los que dependemos de unas pastillas para que la enfermedad que
padecemos no progrese fatalmente y poder
llevar una vida aceptablemente estable,
estas noticias, esta deriva nos intranquiliza.
A mi personalmente me indigna.
Me recuerda los padres de la
patria sentados en las poltronas del Congreso, dormitando, leyendo el
periódico, chateando, ojeando contactos, en fin, una productividad
extraordinaria. En la tribuna, algún diputado leyendo o discurseando sobre una
ley o norma. Un paripé. Cada uno de las, aparentemente, atentas señorías, sabe que respuesta le va ha dar al
plúmbeo charlatán. Tendrá toda la razón del mundo, pero las órdenes se dan
desde la dirección del grupo parlamentario. Votar NO, votar SI. Todo un
batallón de representantes públicos, aceptando una orden. Criterio propio,
ninguno.
En la Comunidad Valenciana, triste y máximo exponente del espectáculo
de la España de las autonomías.
Bufonadas y melindres. Engaños y saqueos. Cara de cemento y de acero.
Regodeo y burla. Desapego y endiosamiento.
Cada día miles de valencianos,
miles de catalanes, millones de españoles, son tratados y medicados mediante
una organización de salud pública. Esta, cada vez más deteriorada, deja todos
esos enfermos en la cuerda floja, en la incertidumbre del mañana.
Todo parece que nos dirige a “si puede páguese un buen seguro y si no
muérase de asco”.
Lo triste de todo es que los que no precisan
de tratamientos y pastillas, no ven que su porvenir, su casi segura necesidad
del sistema público de salud se
deteriora, y en su momento recibirán el tortazo de confirmación. Y despertaran
a una realidad de la que no habrá vuelta atrás.
Y quienes legislan, dormitan y a
veces patalean, tendrán sus pensiones vitalicias y sus seguros privados.
Y hasta puede ser que pertenezcan a su staff directivo.
Por ello, el 14-N, también por la Sanidad.
Viçent: Por mi cuenta añadiré
Hoy
no me encuentro bien, mi enfermedad me tiene atontado y no estoy inspirado para
meter leña.
SI,
METER LEÑA para hacer una hoguera bien grande
en la que meter a toda esta gentuza, NO para quemarles, solo para
tostarles un poquito y que supieran lo que es sentirse amenazados,
desamparados, desprotegidos, desahuciados, y ellos en
la POLTRONA, como tu apuntas.
Dejando
para antes de fin de año lo de los desahucios, por ejemplo, y mientras tanto A LA
CALLE.
¿Qué piensan enfocarlo
como regalo de Santa Claus?
P.R.