26 febrero 2014

Subject: Respuesta de PÉREZ REVERTE a ARTURO MAS.

Es lamentable que,politiquillos catalanes y del resto de España,esten empeñados en distanciar a unos pueblos que desde hace siglos viajan juntos por la historia:han navegado juntos,luchado juntos contra inglese ,franceses o contra cualquier tipo de invasor,o defendiendo tierras extrañas en Italia,donde hay pueblos que aun hablan catalan, o en los Paises Bajos con los Tercios de Flandes;han descubierto y conquistado juntos, nuevos mundos y han circundado la tierra en una misma aventura.
Ciertamente España, es una unión de pueblos con diferentes idiomas,culturas,como otros muchos paises,pero unidos secularmente en unos intereses comunes.
En Cataluña,como en el resto de España,comienzan a alzarse voces contra esos intereses particulares,cargados de ambiciones y deseos personales de poder,contra esas expresiones demagógicas de "España nos roba" o "los catalanes son los más beneficiados desde el franquismo y a donde van a parar todas las industrias del resto del pais";contra esos "yo no soy español" o el "si quieren que se marchen".
Como yo,hay muchos que amamos Cataluña, porque allí he pasado muchos tiempos de mi vida,donde me he formado comercial y empresarialmente y donde poseo amigos de los de para siempre y muchos, que quieren seguir siendo,porque lo son, españoles.
Lo que este pais necesita,son políticos competentes,que se preocupen de solucionar los problemas reales y dejen de ocultarlos tras gilipolleces diversas que al pueblo,en general,le importan tres carajos. 
Pedro Perals
Se que hay y respeto,puntos de vista diferentes y diversos;no impongo ideas,
ni trato de ofender,pero tambien expongo las mías,libremente,sin miedo a sanciones o a persecuciones;las dictaduras,afortunadamente,van desapareciendo


Respuesta de PÉREZ REVERTE a ARTURO MAS.
Dedicado al Sr. Arturo Mas


ARTURO PÉREZ REVERTE

¿Y a mí qué me cuentan? Quisiera que alguien me explique de una puñetera vez qué pretenden decir con esa murga de "es que yo soy de aquí, y no soy de allí" que le salta a uno a la cara cuando abre un periódico, o enchufa la tele, o el arradio.           
Porque, a ver, ¿Dónde diablos es aquí y dónde es allí?
Y cuando se invoca un hecho diferencial como si fuese palabra mágica, ¿estamos hablando de diferencias con quién? Porque si de lo que se trata es de ser diferentes, el de arriba firmante es tanto como el que más. Y a la hora de plantear argumentos nacionalistas, paletismo local o factores raciales e históricos no estoy dispuesto a dejarme achantar por nadie. Puestos a ello, puedo ser tan poco español o tan cantamañanas como cualquiera.

Porque vamos a ver. Si de lo que se trata es de marcar paquete, diré que yo, por ejemplo, soy de Cartagena: una ciudad que tiene tres mil años de historia y que podría abastecer de solera a media Europa. Fue capital de la España cartaginesa, y capital de cada una de las cinco
provincias romanas de Hispania. Mis antepasados eran griegos, fenicios y cartagineses; y cuando de jovencito me zambullía en el mar, sacaba ánforas que llevaban veinte siglos allá abajo, enfrente de mi casa. En cuanto a raza también soy distinto, porque mi RH positivo es mediterráneo, antiguo y sabio. Y puestos a eso, me siento más a gusto en un cafetín moruno de Tánger o bebiéndome un vaso de vino con aceitunas bajo una parra griega, que en la Gran Vía de Madrid, El Sardinero, Las Ramblas o la plaza mayor de Trujillo. En cuanto a peripecias históricas, pues bueno. Mientras los comerciantes, los campesinos y la gente de la iglesia y de la paz se iban al interior - a Murcia- para esquivar las incursiones de los piratas berberiscos, mis architatarabuelos se quedaron en la costa a pelear. Y cuando la primera república, el Cantón de Cartagena se autodeterminó por las
bravas, acuñó su propia moneda, poseyó su escuadra, y al aparecer las tropas centralistas no se desbandó como una manada de conejos, sino que resistió seis meses a cañonazo limpio.Y en lo que se refiere a lengua propia, cierto es que no hay una nacional cartagenera; pero los críos, antes de tener uso de razón,saben leer en las piedras inscripciones en latín. Y mucho podríamos discutir sobre si decir: "deme sinco sentímetros de sinta de senefa asul" o blasfemar con la barroca riqueza léxica del habla cartagenero es un hecho diferencial lingüístico de cojones...

En cuanto a agravios, para qué les voy a contar. Hoy, Cartagena es una ciudad industrialmente desmantelada, deshecha por el paro, con menos alternativas que un bocadillo de mortadela en Ruanda. A los cartageneros no es que los hayan puteado histórica y sistemáticamente el gobierno central, las monarquías austriaca y borbónica, la dictadura franquista o los cien años de acrisolada honradez. A los cartageneros nos han hecho la puñeta la administración fenicia, la griega, la de Roma, la bizantina, los suevos, los vándalos, los alanos, los visigodos, el califato de Bagdad, el de Córdoba, el Cid Campeador, los reyes de Castilla, los de Aragón, Napoleón Bonaparte,el general Martínez Campos, la primera y la segunda repúblicas, y todo el que pasó por allí. Mis antepasados pagaron impuestos, palmaron en la Invencible, Trafalgar, Santiago de Cuba, Filipinas, Annual. Y a cambio, como el resto de los españoles, recibieron hostias hasta en el cielo de la boca. Cierto es que fueron cómplices y actores en empresas imperiales de la España centralista castellana. Pero cuando vas y abres los libros de historia, compruebas que en cualquier batalla de Flandes, en cualquier episodio colonial de América, en cualquier aventura española en Nápoles, Sicilia, norte de África o Constantinopla, los apellidos de los capitanes, soldados, marinos,comerciantes y frailes eran también, y no pocos, vascos, catalanes,gallegos, navarros, mallorquines y etcétera. En esta galera hemos remado todos, y a todos nos han dado infinitas veces por detrás y por delante. Aquí no hay víctimas de primera y de segunda clase, y sólo a los muy canallas o a los muy imbéciles se les ocurre trazar líneas divisorias con tan irresponsable arrogancia. ¿Diferentes? Claro que sí. No sólo van a serlo tres o cuatro chantajistas bocazas. Aquí todos tenemos motivos para piarlas, y cuando llueve se moja todo cristo. Así que, para diferencia, la mía  y la de la madre que me parió. A ver qué se ha creído esa panda de gilipollas.
VERDI                     Con quien me solidarizo        P.R.
Una tal Fátima Báñez García, que firma como Ministra de Empleo y Seguridad Social, me ha dirigido una carta.
Mi primera reacción  la tuvo mí hígado, aunque logré contenerlo, luego, una lenta y sorda rabia subió, como un oleaje, hacía algún lugar oculto de mi cerebro, pero el daño ya estaba hecho.
 Cuando en vuelto en mí, cuando sé que mi pensión mensual va a “subir” 2,39 euros cada mes, me he quedado más tranquilo y le he escrito a la tal Rocío, digo Fátima, la siguiente carta, y como sé que si se la mando personalmente  podría servir para uno de los más innobles actos del saneamiento de su anatomía, mejor la público en mi blog. Dice así:
“Estimada imbécil:
¿Por qué empieza usted su escrito llamándome “estimado” cuando por sus hechos, actos y palabras no me tiene ninguna estima, ni a mí ni a la generalidad de pensionista y jubilados de este país?
¿Por qué me da como una buena noticia que mi pensión “ha aumentado el 0,25 por ciento”? ¿No tiene usted sentido del ridículo? ¿Cómo puede usted gastarse más de un millón de euros del erario público en “comunicarnos” por carta tamaña afrenta social?
¿Cree usted que con esta ridícula cantidad puedo hacer frente al incremento y deterioro de mi capacidad adquisitiva como consecuencia de las muchas y desafortunadas medidas tomadas por usted y por el Gobierno del que forma parte?
¿Cómo puede tener la desfachatez de recordarme que “a pesar de la difícil coyuntura” mi pensión subió un 1 por ciento el pasado año, cuando con el incremento del que alardean, usted y su abuela, apenas pude compensar la décima parte del innovador repago de los medicamentos que su Gobierno y su desdichada política neoliberal supuso para mi economía?
Dice usted que “Seguimos trabajando para conservar un sistema de pensiones sólido, estable y solidario”.
¿Trabajar? Usted no ha trabajado en su vida y si lo ha hecho en el Ministerio que le tocó en la tómbola, ha sido para perpetrar una reforma laboral siniestra y sangrante, con el resultado que todos conocemos, y, cuando todavía no nos habíamos repuesto, su torpe cerebro se inventa una  fórmula de revalorización de las pensiones que es un atentado a las garantías y derechos de los que hemos cotizado a la Seguridad Social hasta 37 años, como es mi caso.
Usted, como yo, somos andaluces, por lo que se puede aplicar aquello de “entre caló y caló no cabe la buenaventura”, así que usted sabe perfectamente donde mandamos los andaluces a quien agravia tan injusta y arteramente como usted hace a un grupo social tan necesitado de protección como somos los pensionistas. Dese por aludida, váyase… allí.
¡Tome nota, pepera de mierda, no vuelva a manchar mi correspondencia con ninguna nueva carta que ofenda mi salud y mi inteligencia!
Tenga usted buen viaje de regreso a la necedad absoluta de donde viene.        
 De Un buen AMIGO                                    con el que me solidarizo  P.R.

Una de las mil razones para estar indignados

Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University
Si usted, lector, no está indignado es que no sabe qué está pasando en su país. Seguro que es consciente de que la situación económica y social del país no está yendo bien. En realidad, está yendo muy mal. El desempleo ha alcanzado niveles récord en la Unión Europea y en España. Y las agencias internacionales más fiables dicen que la economía española no alcanzará los niveles de desempleo que tenía antes de que se iniciara la crisis hasta veinte años (sí, ha leído bien, veinte años a partir de ahora). Y puesto que el desempleo juvenil es el doble del general, estos pronósticos quieren decir que estamos quemando nuestro futuro, pues muchas generaciones jóvenes estarán en una situación desesperada, habiendo sido convertidas en inservibles. Esta situación de los jóvenes está también afectando negativamente al futuro de la Seguridad Social, contradiciendo, por cierto, el famoso argumento de que el problema de las pensiones es que hay demasiados ancianos y muy pocos jóvenes. La falacia de este argumento queda claramente al descubierto en la crisis actual. El problema de las pensiones no es que no haya jóvenes sino que no hay trabajo para ellos. Este es el problema que el famoso argumento catastrofista basado en la transición demográfica oculta.
Esta crisis ha sido consecuencia de unas políticas públicas llevadas a cabo por gobiernos bajo el mandato de instituciones altamente influenciadas por la banca, tales como el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional. Se lo digo yo, que soy Catedrático de Políticas Públicas y he visto muchos casos antes, en otros continentes, que experimentaron crisis muy semejantes. En realidad, a finales del siglo XX, Latinoamérica sufrió una situación muy parecida.
Estos bancos que tienen una enorme influencia política (muy, pero que muy marcada en España, donde el gobierno Rajoy es un mero instrumento de la banca), están forzando e imponiendo políticas que son la causa de la crisis. Cito solo un detalle. El gobierno Rajoy está recortando y desmantelando el Estado del Bienestar de España (lo mismo ocurre en Catalunya con el gobierno de Artur Mas), recortando y recortando gasto y empleo público a fin de reducir el déficit y la deuda pública. Estos recortes están contribuyendo a destruir empleo y bajar la demanda que debería estimular la economía.
Ahora bien, a pesar de los recortes, la deuda pública española continúa subiendo y subiendo, ascendiendo ya a 664.000 millones de euros (lo cual es mucho dinero). Usted y yo pagamos los intereses de esta deuda, que representa ya el segundo capítulo del presupuesto del Estado después de la Seguridad Social. Este dinero suyo y mío va a los bancos que han comprado esta deuda. Hoy los bancos españoles tienen casi la mitad de esta deuda, 299.000 millones. La pregunta que debe hacerse es: ¿Y de dónde saca el banco el dinero para comprar la deuda? Pues, mire usted, por mucho que le sorprenda, procede de préstamos públicos. Cada año los bancos españoles piden prestado dinero al Banco Central Europeo, BCE, una institución pública (que no funciona en realidad como un banco central, sino como un lobby de la banca), a unos intereses bajísimos, menos del 1%. El BCE se lo presta para que los bancos se lo presten a usted y a mí, y a las pequeñas y medianas empresas, y así se resuelva el enorme problema de falta de crédito que ha paralizado la economía. No sé si usted ha intentado conseguir un préstamo de la banca. Si lo intenta, verá que no es fácil. ¿Y, por qué no es fácil, si reciben tanto dinero del BCE?
La respuesta no es difícil de ver. Los bancos ganan mucho más dinero comprando deuda pública a unos intereses muy altos (que el discurso oficial indica que el Estado necesita ofrecer para que los Estados puedan conseguir prestado dinero de los bancos), de un 4%, 6%, o incluso 13%. Imagínese el chollo que significa que reciban dinero a menos del 1% y con ello compren bonos que les generan una cantidad de dinero muchas veces mayor que la que pidieron prestada del BCE. ¿Se da cuenta? Y, sepa usted, que los banqueros en España están entre los mejor pagados de la Unión Europea. Y los bancos más importantes de España han estado entre las empresas con mayores beneficios. Si después de leer todo esto no se ha indignado, es que no me he explicado bien.
Pero si me ha entendido bien, entonces prepárese para incrementar su nivel de indignación, pues todo esto es totalmente innecesario. Todo este enorme sufrimiento, incluido el elevado desempleo, es totalmente evitable. Es, repito, innecesario y dañino y existe única y exclusivamente para el beneficio primordialmente de la banca. La solución a esta situación es extremadamente fácil. El BCE debería prestar el mismo dinero, no a la banca privada, sino a los Estados, y dejar que estos lo ofreciesen a usted, a mí y a las pequeñas y medianas empresas, al mismo tipo de interés que el Estado lo recibe del BCE. Mire que fácil.
Y usted preguntará ¿Y por qué no se hace así? Pues porque la banca tiene un enorme poder sobre el BCE, sobre las instituciones que gobiernan la Eurozona, sobre el gobierno español y, no lo olvide, sobre los medios de información y persuasión. Y un ejemplo de ello es que este artículo que ha estado leyendo no se publicará en ninguno de los cinco rotativos más importantes del país. De ahí que le sugiera que lo distribuya ampliamente entre amigos y familiares, porque la escasísima democracia que tenemos tiene que cambiarse y ello empezará por tener una ciudadanía informada, que es lo que no tenemos.
Andreu de Berdica
Mi Solidaridad con esta publicación.    ABAJO  con este tipo de poder y prepotencia.                   P.R.
Es uno de los investigadores españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales