Como puedes comprobar,
después del 9N2014, este texto se ha quedado anticuado pero bueno, ahí te va.
Pero dónde vamos a parar, con esto de la secesión o ruptura, separación,
como prefieran llamarlo, ¿a dónde?, ¿a un pozo?, ¿a un precipicio? Y ¿cuánto de
profundos? O por otro lado, ¿será todo igual o mejor que antes?, ¿será
beneficioso para todas las partes?
Los
que apoyan toda esta parafernalia, tanto si votan como si no, ¿se pararon
siquiera un segundo en pensar en todo esto? En las consecuencias presentes,
pero sobre todo en las futuras. En los apasionados discursos independentistas.
En las absurdas comparaciones con el racismo sufrido por los negros
contemporáneos a Mathew Luther King. O en el significado real, ético y
filosófico de los conceptos derechos, libertad y democracia.
¿O
se han contagiado?, y también, como ellos hablan de sus derechos o apelan a la
democracia por los que creen sus derechos. Pero, ¿no se dan cuenta de lo
injusto de la situación? Unos pocos pretenden decidir sobre un conjunto, mucho
más amplio y heterogéneo. ¿Están acaso mejor preparados que el resto? O ¿son
más listos? ¿Qué es lo que son ustedes? me pregunto yo.
Unos
déspotas, sociópatas, parásitos de la sociedad española. Que utilizan las
injusticias y las desigualdades sociales para catapultarse al panorama
político, para así, colmarse de poder y alimentar, además de su ego, en muchos
casos, sus cuentas corrientes. En sus discursos hilvanan conceptos puros,
luchas loables con retóricas apabullantes y repetitivas, pseudorevolucionarias
y agresivas, consiguiendo desvirtuar y tergiversar estos conceptos a los que
apelan, junto con la verdad, pero sobre todo dejándolos desprotegidos.
Debilitando la verdadera democracia y dejándola al borde de la muerte por una
sobredosis de Totalitarismo o Autoritarismo.
!
Si!, no se engañen, escuchen atentamente a Oriol Junqueras, ese españolito tan
salao y democrático que afirma que sólo contempla la independencia de Cataluña,
aunque gane lo contrario en una votación.
Dejen
de medirse las fuerzas, dejen de doblar la Carta Magna, bajo la cual, todos
convivimos y somos iguales. Dejen de lado las diferencias que nos separan y
busquen aquello que nos une. Dejen de hacer todo esto o de lo contrario, por
nuestra historia más reciente, conocida por todos, nada bueno ha de traernos.
Fdo. Benito Gómez Encinas
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